Mena escribió este artículo que publicó en la revista Antropología e Historia, en marzo de 1964. Luego lo publicó en el diario El Imparcial, en noviembre de 1975. Describe un poco la historia del sitio arqueológico Kaminaljuyú (nombre quiché que significa colinas de los muertos). Menciona varios de los terrenos que lo conforman y cómo han sido urbanizados, lo cual ha destruido evidencia arqueológica que posee el lugar, pero también ha permitido encontrar piezas arqueológicas en las construcciones: cerámica, esculturas, herramientas, joyería, entre otras. Luego hace una comparación de la escultura encontrada en Kaminaljuyú y Petén, describiendo las características de cada sitio, las similitudes y las diferencias.