Mena escribe una reseña sobre la situación de la escultura guatemalteca de 1910 a 1960. Hace un resumen de cada década, explicando cuáles fueron los motivos principales de los artistas para esculpir: la influencia del gobierno, ciencia, religión, clientes, entre otros. Describe el rol de artistas, como Santiago González y Rafael Rodríguez Padilla, en la creación de academias de arte y el surgimiento del modernismo en Guatemala.