La ilustración muestra la última escena del Popol Vuh, en la que se narra la ascendencia ancestral del pueblo Quiché. La historia de la comunidad había terminado en el momento de la colonización, claramente indicada por los símbolos católicos ―el rosario y la cruz―, enfatizando el mensaje mediante el texto en mayúscula: «Se acabó todo lo tocante al reino Quiché, llamado ahora Santa Cruz», refiriéndose a la ciudad fundada por el obispo dominico Francisco Marroquín. La obra consiste en un personaje sentado, con las piernas entrelazadas, y un tocado en la cabeza, un arete, y entre sus manos un rosario. Al lado izquierdo aparecen un Sol y una Luna. En la parte superior derecha hay una cruz. En el borde superior izquierdo está escrito, en color rojo, el número «35». Dibujo hecho con tinta negra.