La obra muestra un jaguar estilizado, que representa una figura de poder relacionada con la noche y el amanecer. Balam es el jaguar asociado con el Sol. Al lado izquierdo hay cinco aves, como símbolo celestial; dos tienen las alas hacia arriba y tres hacia abajo. Al lado derecho del jaguar está el búho, que representa la sabiduría y la noche. Abajo se ve la serpiente, que se asocia con los poderes del tiempo, pues su piel cambia periódicamente. Su característica de reptil la asocia con Itzamná, el reptil gigante que representa a la tierra. Esta escena representa la creación de los animales. Los creadores no lograron que hablaran como los hombres, solo cacareaban, chillaban y graznaban, cada uno se manifestaba de manera diferente. En la parte inferior de la ilustración, se lee el texto, escrito en mayúscula: «Así les fue dicho a los venados, a los pájaros, leones, tigres y serpientes». En el borde superior izquierdo está escrito, en color rojo, el número «4». Dibujo hecho en tinta negra.